Tratamiento HIFU

El tratamiento con ultrasonidos HIFU es un tratamiento estético muy versátil ya que sirve tanto para para tratar zonas corporales como faciales.

Tras realizar un estudio ecográfico (computer tracking system), se elige el aplicador de ultrasonidos más adecuado para depositar la energía en la zona a tratar. HIFU focaliza la energía sobre diferentes capas de la zona a tratar (piel, grasa y músculo SMAS). Esta energía se transmite mediante miles de pequeños impulsos que provocan una reacción de reparación por parte del organismo. Todo esto, se traduce en una contracción progresiva de las zonas tratada, consiguiendo como resultado una reafirmación progresiva músculo-cutánea.

El tratamiento con ultrasonidos HIFU se utiliza en aquellos pacientes que buscan acabar con las líneas de expresión, reducir la adiposidad localizada en determinadas zonas del cuerpo (pacientes con IMC <30) y además en todas aquellas personas que buscan obtener un efecto similar al del lifting facial sin necesidad de cirugía.

Todo esto es posible lograrlo gracias a la energía concentrada del ultrasonido que permite conseguir resultados inmediatos sin causar daños irreversibles a los tejidos. Además de su aplicación estética el tratamiento con HIFU se utiliza a nivel médico para tratar los tumores no invasivos, gracias a su capacidad para destruir células cancerígenas mediante la transmisión intensa de calor localizado sobre la zona a tratar.

Tras realizar el marcaje de las zonas a tratar, el equipo de HIFU forma automática analiza al paciente indicando el nº de disparos a realizar así como la profundidad de los mismos.

Se realiza un tratamiento anual, si bien el efecto aparece a partir de los 2-3 meses tras el tratamiento.

No requiere de la aplicación de anestesia sobre la zona a tratar. Aunque durante el tratamiento es normal cierta molestia, esta resulta importante y es indicativa de que se obtendrá un resultado optimo.

Lesiones o infección cerca de la zona de aplicación.

El paciente lleva marcapasos u otra clase de dispositivo electrónico.

Enfermedades hemorrágicas no controladas o epilepsia.

Patologías sistémicas graves.

Implantes metálicos localizados en la zona a tratar, en el caso de llevar implantes dentales, el tratamiento puede realizarse previa cobertura de la zona.

En caso de portar rellenos dérmicos es importante comentar con el médico.

Flacidez muscular y cutánea del cuello o la cara en personas de entre 35 y 65 años.

Tratamientos de mejora de textura y aspecto de cara y cuello.

Aunque puede aparecer una ligera inflamación durante las primeras horas, podemos reincorporarnos a las actividades cotidianas puede realizarse de forma inmediata.

Debemos evitar entrar en contacto con fuentes de calor durante las primeras hora y usar fotoprotección solar.

Es frecuente notar cierta sensación de tirantez y hormigueo en las zonas que han sido tratadas.

Dañar adipocitos y disminuir cúmulos de grasa para remodelar el cuerpo.

Tensar, tonificar y rejuvenecer la piel, al producir un aumento de los niveles de colágeno reduciendo la flacidez de forma natural

Al ser considerado como un tratamiento seguro y no invasivo, el paciente puede estar tranquilo al hacérselo, pero el umbral del dolor es totalmente distinto para cada persona, algunas pueden sentir cierta incomodidad durante la sesión y otros llegan a no apreciar nada.

Desde la primera sesión, el paciente notará el resultado, pero un resultado final es cuantificable a partir de los 3 meses, que es cuando las moléculas de colágeno se manifiestan.

Para hombres y mujeres que tienen flacidez y no consiguen eliminar la grasa localizada de algunas zonas de su cuerpo ni con dietas ni con ejercicio.

Entre 2-3 sesiones, según el paciente y la valoración del profesional.

El tiempo del tratamiento oscila entre los 45 y los 60 minutos, en función del área a tratar. Una vez finalizada la sesión, el paciente puede realizar su actividad cotidiana. El enrojecimiento y cualquier efecto producido desaparece a las pocas horas del tratamiento.